En el año 1954 los jóvenes de la acción católica de Castelldans, junto con el párroco y la colaboración de todo el pueblo, emprendieron la construcción de una ermita dedicada a la Virgen María de Montserrat para conmemorar el año santo mariano. En el terreno de los alrededores se plantaron pinos, se hicieron mesas y barbacoas para que los visitantes del lugar pudieran encontrar un lugar adecuado para hacer una comida o merienda.